Que tal por aquí? he estado un poco desaparecida desde el año pasado :-), pero tengo el propósito de año nuevo de ponerme al día compartiendo las recetas que tengo para vosotros, espero que os gusten y, sobre todo, que las pongais en práctica!
Para empezar, hoy tengo una receta salada con queso de oveja de Quesería la Antigua de Fuentesaúco.
La compañía tuvo la amabilidad de enviarme unas cuñas de sus quesos viejos y añejos de oveja, para que los probase (y a mi, que me encanta el queso, no he tenido mayor problema en hacerlo). He de reconocer que, para mi, la mejor manera de comer un queso como este es así, tal cual, cortado de la cuña y con un buen pan, pero por si quereis cambiar un poco la forma de consumirlo, hoy os voy a proponer un pan dulce relleno de queso de oveja.
Para la masa, que es ligeramente dulce, necesitaremos:
- 1 kilo de harina normal
- 500 ml de leche
- 100 ml de nata
- 150 gramos de mantequilla
- Medio cubo de levadura (12,5gr)
- Una cucharada sopera de sal
- Dos cucharadas soperas de azúcar
En un recipiente, mezclamos la leche y la nata y la calentamos ligeramente, hasta que no se note fría. Por otra parte, derretimos la mantequilla en una taza.
En otro recipiente, mezclamos la harina, la sal y el azúcar. Deshacemos sobre la harina la levadura.
A continuación incorporamos la leche+nata y la mantequilla y amasamos. Yo he utilizado la Kitchen Aid, así que el amasado ha sido muy rápido, si lo haceis a mano debeis tener un poco más de paciencia y amasar hasta que quede una masa elástica y que se despegue de los dedos (o de las paredes de la amasadora).
Una vez que la masa esté lista, la dejamos reposar tapada y en algún lugar cálido durante entre hora y media y dos horas, hasta que más o menos doble su volumen. A continuación, la volcamos con cuidado en una superficie con harina y la bajamos con las manos.
Ahora vamos a formar los bollitos y a rellenarlos. Para rellenarlos he utilizado queso de oveja añejo al romero de Quesería la Antigua Fuentesaúco. Este:
Con un cuchillo vamos cortando trozos de la masa. La aplastamos e introducimos dentro unas tiras de queso cortadas (yo le he puesto bastante, y es un acierto). Luego, cerramos los dos lados de la masa, formando un bollo.
Colocamos la parte cerrada hacia abajo en una placa de horno sobre papel encerado. Cuando tengamos todos los bollos formados, dejamos levar de nuevo, hasta que vuelva a duplicar su tamaño y la masa se vea firme.
Antes de meter en el horno, pintamos con aceite de oliva y espolvoreamos sal y romero.
En el horno, a 180 grados, deben estar entre 15 y 20 minutos.
Aquí podeis ver el corte de uno de los panecillos. El contraste es francamente bueno, así que os animo a que lo probeis y me conteis que tal, en mi casa les ha encantado!!
Hasta pronto!
Este pan me encataría, soy muy quesera.
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