Ya sé que os he tenido un poco abandonadillos, y es que he estado de vacaciones! no penseis que ni con el calor apago el horno, basta sólo con mantenerse un poco alejada de el cuando está encendido :-)
Si quereis algo bueno para los desayunos veraniegos... hoy os traigo: Trenza de leche condensada!
Hace unas semanas, Harinas Saiz me hizo llegar dos muestras de su harina, en concreto, de la variedad 'Casas Colgadas' y de su harina extra de fuerza. Todas las harinas que realiza esta empresa son 100% naturales, elaboradas de forma artesanal y sin aditivos químicos, empleando para ello únicamente la materia prima de mayor calidad. Como me encantan este tipo de productos tradicionales y naturales por completo, decidí utilizar la harina extra de fuerza para elaborar esta trenza, que quedó riquísima!
Para hacer esta receta necesitareis:
- 500 gramos de leche condensada
- 400 ml de leche entera
- 200 ml de aceite de girasol
- 3 huevos medianos
- 50 gramos de levadura fresca (2 cubitos de los que venden en los super)
- 1 kilo y medio de harina de fuerza, en este caso de Harinas Saiz
- Una cucharadita de aroma --yo utilicé de azahar--
Poner la harina sobre una superficie o un recipiente --en mi caso la encimera de la cocina-- como un volcán (con un hueco en el centro) y volcar la mezcla húmeda en el centro. Luego, empezar a amasar con un poco de fuerza, hasta que la mezcla se empiece a despegar de los dedos. Cuando esté elástica y no pegajosa, hacemos una bola y la dejamos levedar sobre 1 hora. Si al cabo de una hora no ha duplicado su volúmen, es mejor que la volvais a masar y a repetir la operación.
Dividimos la masa en cinco porciones y hacemos unas tiras largas, que uniremos por la parte superior, dejando tres a un lado y dos al otro. Para hacer la trenza, se coge el cabo que está más al exterior y se introduce al medio de los dos grupos, luego el del otro lado también al medio y así sucesivamente --cabo más al exterior al centro, alternando el lado--.
Cuando la trenza esté formada, hay que volver a dejarla reposar sobre la placa de horno sobre 30 minutos, hasta que vuelva a aumentar de volumen. Se pinta de huevo y se hornea a 180 grados entre 25 y 30 minutos.
Al sacarla del horno yo he optado por hacer un almibar ligero con mermelada de pera y agua :-) y bañarla por encima, aún caliente, así la hacemos más jugosa.
Espero que os guste!
Besotes!